Descripción del proyecto



Eva, madrileña viciosa, morbosa y deliciosa
Eva.
Madrileña de 27 años.
Jovencita caliente con ganas de mucha fiesta, sexo y pasión.
- Besos
- Caricias
- Masajes
- Posturas
- 69
- Francés natural
- Fantasías
- Juguetes
- Lluvia dorada
- …Y todo lo que me pidas!
Soy implicada y muy completa.
Me gusta disfrutar y pasarlo bien.
Llámame si quieres pasar un momento especial y diferente.
Visa.
Parking propio (1 hora gratis)
Absoluta discreción.
LITERATURA ERÓTICA
Texto extraído de «Sexo desenfrenado con mi vecina de arriba»
Autor: Redacción Ociomedia
Yo quité mi mano de allí y comencé a bajarle el vestido y la fui desnudando hasta poder ver sus tetas que me volvían loco, cuando lo hice comencé a pasar mi lengua desde su base hasta llegar a su pezón y cuando tocaba este notaba como se retorcía, estaba realmente muy caliente y a mí me estaba poniendo igual.
Estuve largo rato chupando sus pezones y mientras lo hacía metí mi mano entre sus piernas acariciando su coño de arriba a bajo lo cual agradecía soltando más jugos, quité del todo su vestido y bajé sus bragas, quería tenerla completamente desnuda, ella también quitó mi camisa y bajó mi pantalón quedándome solo con mis slips, que también estaban manchados por mi excitación…
Ya habíamos pasado de la cocina a su habitación donde la tumbé en la cama y me puse encima de ella comenzando a besar todo su cuerpo desde su boca hasta sus pechos, su vientre, sus piernas, subía con mi lengua por sus piernas lamiendo el interior de sus muslos y cuando llegué hasta su rajita cerró las piernas y me llamó, subí hasta su boca y dice: -Ibas a hacer lo que yo creo, -Pues si, quiero comerme todo tu cuerpo, -Te voy a decir algo, nunca me han hecho eso a mi marido le da asco y nunca lo hemos ni siquiera intentando…
Volví a bajar hasta sus pezones y dije, -Alguna vez tiene que ser la primera. Llegué de nuevo hasta su coño, abrí un poquito sus piernas y comencé a comérmelo despacito, cuando llegué hasta su clítoris puse mi lengua sobre el, lo apreté con la punta de mi lengua y ella tuvo su primer orgasmo.
Noté como se retorció y dio un grito ahogado que hizo que casi me corriese yo también, subí hasta su boca besando de nuevo todo su cuerpo en mi recorrido y me besó con pasión diciéndome, -Es la mejor corrida que he tenido en mi vida.